En Tilburg, Holanda se están probando farolas sensibles al movimiento. Se basan en la tecnología de alumbrado LED (diodos emisores de luz), que es más ecológica y gasta menos energía. De este modo, cuando alguien se acerca a las farolas, sus lámparas se encienden, y cuando el peatón en cuestión se aleja, la luz comienza a apagarse lentamente.
Además, otra ventaja de este sistema es que las viviendas situadas en las cercanías de las farolas no se verán afectadas por la noche por el destello constante de las lámparas.
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Este tipo de farolas nos vendrían muy bien en España, a ver si lo que ahorraramos en luz lo podríamos usar en crear más puestos de trabajo
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